Manos que acarician la madera

Dices que hablar es difícil, que no encuentras las palabras y que, en cambio, con tus manos, es muy fácil expresarlas...
-del poema "A tus Manos", Pepita Robles-

Aprendizaje

Aprendió de su padre, Gerónimo, los secretos de la madera, ayudando en el pequeño taller familiar de la calle Sánchez Llevot.

Desde muy pequeño destacó en el dibujo. Aunque en la escuela le regañaran por ser zurdo, a la hora de hacer algún dibujo el maestro no dudaba en sacar a “Jeromito” (Mito) a la pizarra.

Muebles Cotobal

Tras los años de posguerra, los talleres de Muebles Cotobal se ampliaron y fueron trasladados a la calle Barco. Además de muebles, camas o armarios, Jerónimo comenzó a sobresalir en el arte de la talla. Primero en sus ratos libres, construyendo juguetes, carracas, inventos... y después incorporando sus trucos y su saber hacer a la fabricación de muebles.

Los ocho años empleados en la construcción de la maqueta de la Basílica de Santa Teresa pueden entenderse como su “graduación”, certificando así el dominio de todas las técnicas relacionadas con la madera.

Innovación

Sin embargo, su espíritu inquieto y perfeccionista hizo que continuase investigando, introduciendo técnicas sorprendentes, muy novedosas para su época, como el “falso mármol” empleado en taquillones y mesillas, la talla de figuras religiosas para ser reproducidas en serie en la fabricación de ataúdes, o los procedimientos para envejecer o imitar muebles antiguos.

Muchas de sus innovaciones se plasmaron en inventos y mecanismos que buscaban la productividad o la perfección.

Más de un representante de herramientas de ebanistería salía del Taller de Mito sorprendido… y con unas cuantas ideas para mejorar sus propios productos.

De todas sus ideas e inventos únicamente registró el “Armario Plegable Cotobal”, con el número de patente 56.428.

Perfección

Su habilidad sobre la madera continuó creciendo, difuminando la frontera entre artesanía y arte.

Elabora andas procesionales, restaura una gran variedad de figuras religiosas
[Ver galería] y realiza infinidad de tallas en arcas, muebles y puertas, que ya forman parte del patrimonio albense.

A tus manos

En 2003 le llega el reconocimiento a su trayectoria con la entrega del Premio ASCUA. Pepita Robles, su mujer, le dedica el poema "A tus manos", que evoca la relación tan especial de Jerónimo -de sus manos- con la madera.

Ya jubilado, en el pequeño Taller que levantó en su casa familiar, pudo dedicarse a lo que más le gustaba: la talla de madera, en compañía de sus formones, mazos y gubias.

Disfrutó de su pasión hasta el último momento, dejando inacabado el dragón alado de su última arca.